Miércoles 10 de febrero de 2016.
Queridos amigos, ha llegado el momento de aprovechar una situación tan envidiable como la que me proporciona mi jubilación y he decidido comenzar mis proyectos de viaje por IRLANDA. Siguiendo la filosofía que da titulo a esta entrada:
"Comenzar y terminar el viaje en función del precio del transporte (vuelos), hacer un proyecto de viaje pero adaptarlo a las circunstancias diarias y gastar lo mínimo aprovechando las dotes artísticas y la astucia del viajero"
No hay mejor manera de comenzar un viaje por Irlanda que dar un paseo por "The Temple Bar" cuando comienza la noche y la cerveza fluye mezclada con la música irlandesa.
La primera noche duermo en el Generator, es un hostel moderno muy bien equipado y que no tiene nada que envidiar a un hotel. Tras dos días disfrutando de las calles de Dublin tomo el autobús hacia Galway. Es una pequeña y amable ciudad universitaria en la Costa Oeste de Irlanda, me quedo en el Kinlay Eyre Squar Hostel situado en el centro de la ciudad, barato y con una buena cocina. Comparto la habitación con un italiano y con Jasmin, una muchacha alemana que tras la cena no duda en apuntarse a la aventura de cantar un rato en la Shop St y gastarnos después la recaudación en unas cervezas en el Pub Taffes cercano al hostel.
Siguiendo los consejos de Javier Reverte en su libro Canta Irlanda me levanto temprano para coger un ferry que me llevará a las Islas de Aran el ejemplo más genuino de la dureza de la vida en estas tierras y que unido al yugo ejercido históricamente por Inglaterra explican la masiva emigración del pueblo irlandés buscando condiciones de libertad y unas tierras mas fértiles y de clima mas benigno (Ante de ir recomiendo ver la película Hombres de Aran de 1934).
En el comedor del Hostel hay varias personas desayunando que quieren hacer la misma excursión a las Islas. La visita no decepciona se trata de un paisaje inhóspito con un viento que corta la cara y unas tierras pedregosas en las que es imposible el cultivo de cualquier cosa algunas ovejas y algún caballo suelto campan por sus anchas y apenas algunas personas se ven pulular por los pequeños núcleos poblados que todavía existen y que viven exclusivamente del turismo. No hay que tener mucha imaginación para entender como sería la vida 100 años atrás.
Había hecho idea de quedarme una noche pero cuando el sol se pone el frío y el viento arrecian y al ver que el ferry está a punto de zarpar y que no aseguran que al día siguiente pueda volver la decisión es fácil... a la vuelta estoy contento porque a pesar de mi deficiente inglés me he comunicado bastante bien con mis compañeros de viaje.
Al llegar al hostel me dispongo a preparar la cena, huevos revueltos con patatas y calabacín frito, Jazmín se está preparando una ensalada estilo alemán con muy buena pinta y viendo que mi cena es también abundante me pregunta si podemos invitar a un italiano que tiene "dificultades presupuestarias"... ¡Hay que ver como come el italiano! Es fundamental a la hora de viajar por el mundo con poco dinero hospedarse en lugares con derecho a cocina. Algún día dedicaré una entrada de este blog a las mejores alternativas culinarias para los viajes.
Al día siguiente mi primera idea era ir a Westport ciudad costera de infausto recuerdo para nuestra Armada Invencible, el único hostel que hay está en obras y el reto de alojamientos son bastante caros para mi proyecto. Cambio el plan y me dirijo a Sligo también una ciudad costera mas al norte. Encuentro un B & B barato, cómodo y muy bonito.
Sligo es una ciudad pequeña junto al mar, atravesada por un río Garavogue encauzado por dos paseos laterales y famosa por los numerosos locales de música en directo que la animan cada noche. Pregunto a dos personas para visitar un Pub, con música irlandesa autentica en vivo y poco turístico, mas bien, que sea un Pub "vecinal", las dos personas me hacen la misma recomendación: puede tomar unas cervezas en el Foley's Bar. Al poco de estar en el local varios clientes "habituales" toman contacto conmigo al tiempo que otros acuden con sus instrumentos metidos en fundas que se adivinan bien usadas. Se adivina que se trata de un local donde todos se conocen y yo soy el único "forastero". Me hacen "la ficha" y al manifestar que soy español y que canto y toco la guitarra no tardan een incorporarme al grupo de artistas y llegado el momento paran la música y el portavoz del grupo pide silencio para que yo interprete algún tema, sin hacerme de rogar cojo la guitarra y comienzo a cantar la canción mejicana "Cucurrucucu Paloma" el bar hace un respetuoso silencio y al finalizar los aplausos son notables...
A la hora de pagar aprendo que en el lugar es costumbre cobrar a los músicos la mitad del precio de la consumición y un poco mas tarde las cervezas caen una tras otra pagadas por algunos clientes. Al comentar que soy de Zaragoza se acerca un cliente de cara bien rosada posiblemente efecto de la dosis de cerveza, me pide si puedo cantar una jota y de forma muy emotiva me dice que su esposa, a la que el quería tanto, era de Pedrola pero que había fallecido. Creo que es la primera vez en toda mi vida que pongo escusas a la hora de cantar una jota, no me vi con fuerza para cantarla sin que saltar una lagrimilla, simplemente le dije que no cantaba jotas.
Tras un buen desayuno en el B&B cojo un tren que, atravesando las húmedas y llanas tierras de centro de Irlanda, me lleva hasta Dublin donde termina mi aventura irlandesa.
Ha sido una semana intensa y muy interesante creo que el balance final es absolutamente positivo teniendo en cuenta los objetivos que me había marcado: el espacio y el tiempo lo he desarrollando en mi relato solo quedan comentar a los lectores que una vez vistos los gastos, desde la puerta de casa hasta la vuelta, la suma final ha sido de 433€!!!!...ahora, unas semanas en casa y después a Londres.