domingo, 5 de febrero de 2017

La medicina de lo posible

El hospital d'Ebome es un centro atendido por tres médicos generales de plantilla fija mas algunas enfermeras y personal auxiliar y por turnos de voluntarios que de forma mas o menos regular intentamos echar una mano. Es el caso de este momento que, además de Idoya una joven tudelana que lleva aquí cinco meses "batiéndose el cobre", estamos mi compañero Iñaki Ngoñi (el hijo de la Primi de Villava-Atarrabia-) y yo. 

Para ilustrar a los seguidores del blog qué es esto y haceros una idea, hablaré de tres casos que ahora tenemos entre manos: 

  • Francois tiene 7 años, es un niño  de la etnia pigmea Bagyelli que presentaba varias "bocas" con abundante pus en la pierna a nivel tibial desde hacia varios meses. Con ayuda de una anestesia general de corta duración Iñaki hace una incisión dejando la tibia al aire y se hace una limpieza a conciencia de toda la cavidad que prácticamente ocupa toda la extensión de la tibia, yo de ayudante, ¡es lo que hay!, ¡vaya ayudante! se deja un buen drenaje y se cierra. Todos los días cura con lavados "salvajes" de suero con la esperanza que algún día pueda recuperarse. Han pasado 12 días sigue ingresado y su evolución nos tiene esperanzados, si logramos que salve la pierna habrá valido la pena nuestra estancia aquí.

El hermano de Francois, que tiene 4 años anda por todo el hospital con una camiseta roja de la talla XXL con un nudo en cada hombro para que no le arrastre, verle por las mañanas es una ráfaga de gracia que te anima a comenzar la tarea.

  • El siguiente caso es un niño de 16 meses con una fractura de fémur al que para hacerle el tratamiento correcto ha habido que prepararle un artilugio de tracción mecánica con la ayuda de Philipe, el mecánico-electricista-albañil-fontanero-carpintero y herrero del hospital, es decir, el compendio de lo que antes se llamaba una escuela de "artes y oficios" en un solo hombre. No me alargaré: un taladro sobre la base distal del fémur un clavo estéril atravesado unido a un estribo y la tracción que se muestra en la imagen, un artilugio de fabricación casera, unas maderas acolchadas y en la inclinación adecuada, la carcasa de un rollo de esparadrapo gastado y una polea que hemos encontrado por el taller, cuerda trenzada de plastico y una garrafa de cinco litros rellena hasta la mitad, todo aderezado con la gracia de un camerunés, un vasco y un maño entusiastas...ahí están las imágenes:




  • Sorell tiene 9 años, hace una semana cuando iba a la escuela metió el pie en la rueda trasera de la moto y se llevo el talón por delante dejando el hueso prácticamente al aire, una herida complicada con perdida de músculos y con una infección que no siempre es fácil de tratar en estas latitudes.



Incomprensiblemente algunos productos que en Europa son relativamente batatos aquí son carísimos, es el caso del "Augmentine" que aquí tiene un precio prohibitivo, teniendo en cuenta que un "obrero" gana unos 3€ al día. ¡Una vergüenza para farmaindustria! Tras la cura de hoy le entrego a la madre una receta para comprar 20 pastillas más y me comenta "serenamente" que ya no iba a seguir tomando porque no podía comprarlas... Al final cuando quede la última pastilla encontraremos una solución.

3 comentarios:


  1. Esta entrada , es con diferencia la más esclarecedora de los apuros y dificultades que os encontráis en el dia a dia .
    Las historias personales que explicas , son ejemplos duros y contundentes , que cuando , a través de las imágenes que subes, les puedes poner cara a esos niños , producen ciertamente un aluvión de fuertes sentimientos .

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  2. Tremendo reportaje Manolo. ¡Más ilustrativo que la revista de Médicos del mundo! Me ha encantado, el reportaje y desde luego el trabajo que hacéis los voluntarios allí, menos mal que sigue quedando gente con buen corazón

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  3. Alucinante, mucho ánimo, aunque no os hace falta, solo hay q ver vuestras caras de satisfacción.

    Un abrazo.
    Juanma

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